12.20.2010

Eclipse de luna.


A veces te extraño, más de lo normal. Siempre pensé que mirar el mar era una conexión para con vos, en algún lado, lejos... ahí sentado en la siguiente orilla deberías estar vos; mirando exactamente la misma inmensidad de las olas rompiendo una tras otra, como un baile sin fin. Nos separan kilómetros de historias, litros de vida, montones de diferentes formas de sobrevivir sobre este mundo, pero igual estamos juntos. En algún lugar, en medio de esa eternidad de vaivenes nuestras miradas se encuentran, se abrazan y celebran una vez más.
Mirada clavada en esa especial forma con que las olas rompen en la escollera, la increíble fuerza con que chocan todo lo que esté a su alcance. Me vuelvo a perder, rememoro esa lista de enseñanzas a seguir los días que más que extrañarte, te necesito. Sonreír, es lo mejor que puedo hacer en esta vida, y es la comisura de mis labios el motor para levantarte cada día; eso me hace sentirme un poco mejor. Nuestros corazones siempre estarán abrazados, máxima número dos que tengo prohibido olvidar; de esas que se van con uno bajo tierra. Cuando me extrañes, acordarte que siempre estoy con vos. Y así lo hago, vuelvo a repetir en voz baja y un poco molesta la frase, para sentirte susurrándomela al oído, como ese día que te despedí en Ezeiza.
Cuando hay eclipses, sobre todo de luna, que se dan una vez cada tanto y en absolutamente todo el mundo me siento un poco más cerca tuyo. Porque si miro el cielo, sé que vos no podés ver exactamente las mismas estrellas que contemplo yo, pero el eclipse sí. Aunque por tus pagos poco se note debido a la luz del día, va a estar ahí y estoy segura estarás al tanto de su presencia; pensando en papá y lo mucho que le gustan. Y vas a mirar al cielo, y vamos a mirar al cielo. Y vas a fascinarte una vez más, y vamos a disfrutar de cuando la Luna se torne naranja porque se alinie con el Sol, mientras sabemos que nuevamente, una mirada, una sensación, el asombro, la sonrisa que papá nos enseño a dibujar en nuestra cara ante este tipo de fenómenos... nos va a unir. Por lo menos por unos minutos puedo sentirte acá, conmigo, dándome fuerzas para cambiar estas cosas que me hacen mal.

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