Mamá.

Felices 64 años no aparentes a la persona que me dió la vida y que por lo tanto es mi vida, lo que más me importa y lo que siempre quiero tener a mi lado para sentirme completa. Vos, más allá de mi mamá sos mi viga, mi sostén, mi ejemplo a seguir y todo lo que quiero ser en mi vida aunque te equivoques a sabiendas de vos aprendo mucho, mirandote a vos me doy cuenta de las cosas, de lo que quiero y no ser, de lo que tengo que y lo que no tengo que hacer, me doy cuenta de la clase de persona a la que me gustaría llegar y que siempre pero siempre tengo que mantener el honor y no rebajarme para poder triunfar. Porque así, me voy a convertir en una persona respetable; aprendí que nunca tengo que dejarme pasar por encima... al final vos sos la persona más fuerte que jamás conocí aunque tengas tus quiebres (que te juro que verte llorar es lo pero que me pasó en la vida, sentí que se caían las paredes de mi vida entera), vos saliste adelante en muchísimas, incluso con once hijos a cuestas y siempre dandonos cariño y la mejor educación. Vos, vos, además de ser mi todo, y lo que más amo sin duda sos lo que yo algún día quiero llegar a intentar ser. Te amo vieja.

Tu hija menor, Agustina.