1.02.2009

Exagerada, soñadora...


Hoy me siento a pensar y...
Quizás me haya acostumbrado a imaginar un mundo de hadas en esta sociedad donde sólo existen personas, humanos expuestos a equivocarse y tropezar, una y otra vez con la misma piedra. Tal vez, esté acostumbrada a cortarme en la misma herida, total ya no sangra como antes, duele sí, pero es común en mí. Me vuelvo a sentir igual, en un círculo y sin saber que dirección tomar. Aprendí a levantar la cara y hacerle frente a la oscuridad pero no vencí mis miedos, nunca dejé atrás mis inseguridades y, es así, como hoy estoy situada en una confusíon enorme, sin saber si creer, si confiar. Como haces cuando lo que más querés no promete darte las alegrías que esperas? Cómo haces cuando tenés más de una oferta pero nada te llena como él solía hacerlo? Estoy vacía. Cuando la moldura de una pared antigua se cae, es difícil conseguir una igual a las otras, y así estoy yo, con mi moldura rota y sin poder encontrar una que calce con todo el resto de mi vida, de mis espectativas, de mi cariño. He llegado a pensar que soy poco para todo lo que yo deseo, que está alto e imposible de alcanzar, e incluso he pensado que nunca voy a poder demostrar y entregar todo lo que soy, todo este cariño que me oprime el pecho queriendo salir en forma de besos, caricias, palabras hacia alguien que prometa guardarlas en su corazón y nunca dejarlas ir, y mucho menos romperlas como si fuesen papel, claro. Tengo ganas de mostrarme tal cual soy, con mis chiste malos, mis comentarios fuera de lugar, mis sonrisas, mis llantos sin razón, mis tristezas y que así me quieran y acepten pero supongo que elijo una y otra vez la persona equivocada para entregarle todo eso, todo lo que ofrezco, todo lo que soy y nunca quiero dejar de ser. Una de mis pocas seguridades son mis amigos y la persona que quiero ser, pero duele saber que quien creía por fin mi otra mitad no es más que una nube pasajera en este destino, que evidentemente no tiene ese mundo de risas y resplandor en la boca, así como lo imagino yo. A mí, a él de la mano, caminando, que nuestros ojos irradien felicidad, y que nadie nunca pueda apagar la llama que en nuestro corazón va a estar latiendo. Nunca sintieron que maximizan las cosas? Que elevan todo más de lo que va? Creo que es el precio que tiene soñar. Y si maximizo las cosas es porque así soy yo, soñadora. Vivo deseando cosas que hoy pienso, jamás van a llegar, pero ojo, nunca me canso de pelear. En fin, hoy estoy triste, abajo, muy abajo sintiendo que las cosas no son como yo las veo, pero no encuentro otra forma de entenderlas, porque no me dan las armas para que así sea y al mismo tiempo pensando en que eso que quieren que vea es todo una máscara para que vuelva a caer en esa burbuja que me llena, me infla, me hace vivir para luego pincharse y dejarme vacía, y sin saber como volver a empezar.


By Agustina.

No hay comentarios: