...si hasta encontré alguien igual a mí, que siente y ve el mundo tal cual como mis ojos lo hacen. Que entiende mi cabeza y descuaja sus neuronas tal como yo sé enredar las mías; que ama y entrega de la misma forma y hacia lo mismo que yo; que cree y se apasiona con pequeñeses y sabe observar y comtemplar cada mínima denotación de dolor. Aquella que hace otra cosa que estar ahí, que jamás me suelta la mano a pesar de los kilómetros que nos separan. Esa, sí, esa persona que ama sin una razón y pasa por abajo de cada tren que haya con tal de ver feliz a quien la hace reír a carcajadas. Esa que, al igual que yo, aprenderá a encontrar la felicidad en la sonrisa del de al lado, a mirar al frente y n u n c a dejarse caer... a reír porque la vida es así, porque si somos figuras que pasan y se esfuman, al menos que en nuestra sombra se note que dejamos el ritmo de nuestras voces al pasar.
(te amo y jamás te voy a dejar caer.)
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