laberinto, me despido!

Quiero saber con quien tengo el placer de empezar esta nueva amistad, tengo que serte sincera pues de un laberinto me acabo de escapar. Él me tuvo atrapada como un prisionero sin agua ni pan. Se que volver a empezar es difícil pero eres mi tabla en el mar. Tengo el corazón fracturado y tú lo puedes remendar. Tengo la mente tan enredada, y tu la puedes desenredar. Quiero olvidar el impulso que desde el principio a él me llevó. Ahora lo veo tan claro, estaba en huelga su entrega de amor. Si a ti no te hubiese encontrado en su laberinto me hubiese desgastado.