El tío León.

Llamenme loca si quieren, pero nadie podrá sentir lo que él provoca en mí. Es que todos mis problemas se reducen a nada viéndolo tocar con esa felicidad de siempre, pensando en que hay cosas peores y sin embargo la vida sigue. Me da fuerza, me regala esa inercia tan llena de paz para poder seguir esquivando todo lo que la vida me ponga en frente. Antes sólo era una figura, pero ahora que voy creciendo entiendo que es cada día más fuerte este sentimiento de tenerlo olvidado en un cajón, y ahogarme con el polvo de sus palabras cuando las escucho y vuelvo a cerrar mis heridas con sus letras. Me onorgullece, me enseña... me da un ejemplo a seguir, y aprendo esas cosas que la sociedad no me sabe mostrar, que el colegio nunca me va a explicar. No me existe otra palabra más que un gigante gracias, que ni siquiera alcanza. Un gracias por enseñarme no sólo historia, sino por enseñarme que en la vida se puede, que hay gente en situaciones increíblemente deplorables pero que luchando cumplen sus sueños... por hacerme ver que todo se logra si pateamos el camino cada día con más fuerza, bajando el ritmo pero sin parar. Gracias por ser el tío león, por ser... el padre de mi alma.

"Dime si tus manos pueden pintar la sonrisa que faltó."

By Agustina.