5.11.2010

Erradicarte de mis sueños.


Tantas veces giró la veleta que una vez más me encontré perdida, en alguna calle estaba caminando sin rumbo... el viento era mi único amigo. Recorrí esa esquina donde besos solíamos dejar, recordé cada mirada sin poder aguantar. Porque como un barrilete las tempestades supimos manejar, y yo te queria, y vos me querías. Y yo me alejaba, y vos te acercabas. Y yo te dejaba, y vos te volvías a ir. Es evidente, nunca estuvimos en el mismo compas pero no había forma, siempre terminabamos ahí, en esa esquina, mirándonos. Nuestros ojos jugaban a rechazarse mientras los labios simplemente querían volver a sentir el calor. Una vez más, caímos en ese error. Equivocación divina que me hizo tocar el sol, que me elevó al cielo y que hoy no es más que mi perdición. Ahora entiendo las jugadas del destino, porque hace meses atrás mi alma sentía que se tenía que rajar. Era por esto, porque la tenía clara, predecía que cada paso hacia tu alma, iba a ser hoy cada paso a mi suicidio. Simplemente para cumplir mi única misión, erradicarte de mis sueños.



Agustina Terrizzano.

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