8.10.2011

Simplemente, pasó.

Y entre un mar de risas descontroladas, caricias sin nombre y un cielo de miradas; nos perdimos. Me besaste y la guerra comenzó, cada misil guardado hace tanto tiempo que ya tenía polvo se desprendió de nuestras almas y simplemente... estalló. Dejamos ir a nuestros pensamientos y el mundo quedó atras, abrí mis alas y me dispuse a con nuestros sueños jugar. ¿Para qué reprimir mis ansias de despegar? Si al fin y al cabo hasta con los pies en la Tierra me puedo tropezar.


Agus Terrizzano.

No hay comentarios: