Sonrisas y algo para tomar en un balcón. En eso consistió nuestra primera salida, de la cuál me estaba yendo decepcionada visto y considerando que ni un acercamiento se había dado. Me acompañaste al colectivo, como siempre suelen hacer... una no sabe si por cuidado o un poco más de chamuyo. De tus labios nació el beso más perfecto que pude haber imaginado, y un: "nos vemos mi amor"; tiernas palabras que embriagaron mi corazón. Ese viaje en 141 se me hizo eterno, entre dos hombres indeseables que me miraban e intentaban leer esos mensajes que me mandabas, mientras yo feliz comía yumis pensando solamente en volverte a ver.
By Agustina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario