De la sonrisa como ventana del alma

"Pintar el mundo de colores, cualquiera sea la razón."

Desde siempre, fui de esas personas que pusieron la sonrisa como principal requisito frente a cualquier cosa que se pudiese presentar. La sonrisa como esa forma de afrontar el mundo, como ese gesto de sinceridad plena, como la mejor expresión del alma. Sin embargo, hay momentos en los cuales uno se tienta y quiere bajar los brazos; tiempos en los que una encrucijada de sensaciones no borra la confusión de tus facciones, y tu esencia va siendo olvidada por allá atrás. No puedo decir que mi camino sea claro, mucho menos entender todo en esta vida, pero hoy estoy contenta de haberme reencontrado con ese ideal que siempre sentí tan mío: con una sonrisa todo es mucho mejor. Y me encuentro bien, abrigándome el alma con alguna canción hasta que este frío invierno pase. Cantando sin importarme nada más, sintiéndome feliz con eso que la vida me supo regalar y sabiendo caminar hacia todo lo que aún no aprendí, hacia todo lo que me falta experimentar. Hoy, me hallo riéndome de mí misma e iluminando mi propio destino. Carcajadas nacen desde lo más profundo y me río del pasado, del presente. Aguardo el futuro. Me siento bien, como hacía mucho no  pasaba. Hoy me dejo de extrañar y pongo todas mis fuerzas para no volverme a perder. Me quiero quedar acá, abriendo esta caja de crayones con los que pretendo seguir dibujando la historieta de mi vida; siempre en colores.