"(...) Cuando el dios Olofi creó a las demás divinidades, les dio a casa una un lápiz de carbón, con una goma atrás, para escribir por un lado y borrar por el otro. El lápiz que le dio a Ochún, estaba incompleto. Era el único lápiz que estaba incompleto. Lo que ella escribe, no lo puede borrar. Aunque quiera. Lo que ella hace, no se puede olvidar. Nunca se puede olvidar. Lo que ella hace, lo hace para siempre."
Eduardo Galeano en Vagamundo y otros relatos.
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