En una punta, en la otra. Sentada, de cabeza. No hay forma, no entiendo porque no estás. Un abrazo y te desvaneciste, todavía siento tu cuerpo entre mis brazos y veo el agua de tus ojos reflejándose en los míos. Juro que con una razón vas a calmar mi sed, si quieres que, a tu manera, me vaya yo lo haré, tan sólo explicame. Si tiene otra, si tu cariño era de papel, ya nada me va a doler. Construí una carcaza con las palabras que faltaron decir, con tu cobardía y mi voluntad. Pero dentro, ahí estás. Quedaron tus miradas y tus mil sonrisas, cada vez que haciéndote el coqueto me volvía a enamorar.
By Agustina.
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