Un año - exacto - más tarde de lo que quisiese, mi alma se daba cuenta de lo mal parada que se encontraba y de las pésimas decisiones que había tomado doce meses atrás. Hubiese otorgado hasta el pase para el más increíble paraíso por cambiar las cosas, por dejar de estar tan cerca y tan lejos a la vez.
A pocos centímetros y sin palabras, pero tan lejos y diciéndonos tanto. Tristeza e ilusión mezcladas en un mismo instante, que duró más de lo que mi rutina podría haber permitido si hubiese mirado la hora. El reloj me atrasa y, esta vez, fue a mi favor. Te pude sentir un rato más.
Agus Terrizzano.
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