11.22.2012

(Des)Inflado

Así como de repente, te me volviste un signo de interrogación. Pero no por ese proceso trillado de ya no saber quién sos, o sentir que no te conozco. Simplemente me planteo si alguna vez te conocí, o si lo que veía era lo que yo quería que fueses. Sí, eso. Eras todo eso que yo quería para seguir; quien entre acciones y un par de caricias, me dió pie para construir en un muñeco de ilusión. Y ahora, que tengo tiempo para pensar, encuentro frente a mi cara una enorme duda. ¿Eras eso, o todo lo que yo te adjudiqué? ¿Te quería a vos, o a todo eso que inventé?
El agua corre rodeando mis pies, y mi mirada se pierde entre las gotas que caen hirviendo ferocidad desde la ducha. Con ellas se escurren varias certezas más. No sólo tu persona me causa esta sensación de humo que pasa y se disipa. Cuento mentalmente cuántos pequeños signos de pregunta me van rodeando a lo largo de mi vida. De hecho, me planteo qué hacer con esos suspiros de desilusión que cada tanto invaden mis días.
Abro los ojos y encuentro gente que ya no es lo que creía. No sé si ponerme triste, no son aquellos que pensé alguna vez; o si estar feliz, supe darme cuenta y no seguir comprando globos de colores. Globos inflados de cosas que los hacen divertidos y fuente de distracción. Palabras que los transportan hacia allá arriba, pero que también se van con el viento. Globos que con la misma facilidad que crecen, se pinchan. O en el peor de los casos, quedan atados en en algún lugar. Se mueven un poco más desde ahí, desde esa reja, en esa ventana, en esa casa, después de ese cumpleaños... pero se desinflan y pasan al olvido. Hasta que un día alguien recuerda que están ahí, que tuvieron esplendor, y (se) hace un favor: los tira. 



Agus Terrizzano
Noviembre 2012

"Porque juro que aprendí algo de la vida, 
y es que no hay peor error que idealizar."




No hay comentarios: