A veces es tan simple como necesitar un abrazo, pero no cualquier abrazo. Un abrazo de esos que atraviesan el alma y recargan energías. Esos donde sentís, por un ratito al menos, que te fundís en el otro y ya nada más importa. Muchas veces me encuentro sorprendida de como algo tan simple, puede significar tanto. Hoy te extraño. Echo de menos que rodees mi cadera y me pegues a tu pecho; romperme las costillas contra vos. Tengo nostalgia de ese nuestro código,
un abrazo que podía decir mucho más que mil palabras.
Agus Terrizzano
Febrero 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario