7.23.2013

Construdividiéndonos

En primer lugar puse los buenos momentos. Dicen que son la base de todo, así que ahí fueron. Las risas, las miradas, las promesas. Todas ellas fueron el comienzo, y era allí donde se merecían estar. 
Después agregué la complicidad, la confianza y los secretos para que la cosa vaya tomando forma. Un par de ladrillos más y llegué a esos momentos que sólo fueron nuestros, y que casi casi tocaron el cielo. 
Miré desde afuera y ahí estaba: una pared entre vos y yo. Arriba de todo, mis últimos intentos. Abajo, los cimientos. De un lado, tus brazos. Del otro, supe que ese muro no iba a caerse como el de Berlín. Ni siquiera el descontento desde ambas partes podría derribarlo. No, no sé bien cómo tal cantidad de alegría llevó a eso, pero estaba ahí y su realidad era innegable. Enorme, firme, tangible.  

Me alejé. Primero uno, dos, tres pasos...

 
... sigo andando.
 
Agus Terrizzano
Julio 2013

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