7.18.2016

Agrandar la luz

"Se puede agrandar la luz o agrandar la oscuridad, lo decide el pensamiento." Ayer terminé el día con esa frase sonando en mis oídos y, con todo y la fecha, de algún modo sonriendo. No creas, sin embargo, que la fecha no le puso más peso a nuestros pies.
Pero ahí me encontré, en esta familia que supiste formar con mamá, con Fer a mi lado y unos abrazos que llegaron por whatsapp: en fin, rodeada de razones por las que ser. Ayer se cumplió un año de que te lloro un poco todos los días, de que te extraño como nunca pensé sería posible extrañar, de que no entiendo cómo el mundo puso seguir así como así. Pero no sólo te lloro cuando te extraño, también te sonrío. Casi siempre te sonrío. Porque la vida tiene sol, tiene cielo, tiene estrellas, tiene Luna... ¿y qué sentido tendría no sonreírle? No sé si te volveré a ver, muchas veces ya no sé en qué creer. Sin embargo, sé que donde sea que andes, estás mirándonos contento de vernos seguir. Te extrañamos, no te podés imaginar cuánto ni con qué fuerza. Pero cuando no doy más, siempre miro el cielo y encuentro la Luna: ya dejé de creer que eso sea casualidad. Quedate ahí, que me gusta charlarte de vez en cuando porque (como dice otra canción) la Luna no sabe de distancias. Te quiero. Siempre un poco más.


Agus Terrizzano
18 de julio de 2016

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