Y en algún lugar de su ser lo sabía: se conectaba con el de él. Inevitablemente. Aunque intentara con todas sus fuerzas que no suceda, la iba a llevar. Por más que pase el tiempo, y las piezas se acomodaran donde ella no lo quizo. Y los días sigan corriendo en una maratón sin fin. Sin importar que todo cambie cada vez más, esas notas serán un eterno y asegurado "play" de ese fuerte viento que sopla.
Agus Terrizzano
Septiembre 2012
"Y todo lo que me queda
es cantarte con el alma,
si te regalé la voz..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario