Tus ojos son lo primero que veo, te saludo desde lejos y con algo de nostalgia sigo eligiendo dejarte atrás. Otro par de ojos me miran desde un poco más acá. No entiendo muy bien qué pueda pasar, mucho menos qué es esa ocurrencia que toca mi puerta hoy. Mis brazos caen contra el colchón y se me cierran los ojos. El sonido de una guitarra le da fuerza a lo que corre por mis venas y sonrío.
Soy yo, enteramente yo.
Aquel retazo de alma faltante volvió a pertenercerme.
Soy toda mía.
Y de vuelta en el camino. Lista para volver a empezar, pero esta vuelta mejor.
Plena.
Deseando que una caricia ya nunca más me deje mentir. Esperando que este puto as acompañe mi jugada de una buena vez.
Agus Terrizzano
Diciembre 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario