Ahí quedó ella. Con ese beso que no quería dejar ir. Con esa última frase rebotando en la cabeza.
Ahí estaba su reloj pulsera. Resignado a nunca más funcionar, seguía hace meses apoyado en la mesa de luz. La relojería estaba siempre cerrada.
"El tiempo es el arma más eficaz"
Agus Terrizzano
Octubre 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario